Desde que era muy niña comprendí que cantar era sembrar felicidad, y aunque he sido muy viajera, mi brújula siempre ha marcado un mismo horizonte, la música.

Tras más de 15 años de experiencia  profesional  primero como docente y gestora musical, y más tarde como musicoterapeuta, me propuse mezclar equilibradamente locura, esfuerzo, suerte y obstinación, hasta lograr alcanzar mi sueño: 

“Crear, en Almería, un centro donde la música pueda llegar  mucho más allá de la formación, el arte o el entretenimiento, y sirva como medio para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas . “

Y desde 2017 ese lugar existe; es una realidad. ¿Cómo te suena eso?